De personas y etiquetas
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO_eBbSTWjly3b-iNZ1T54wKbi6rK_p_nEMszsPsIVEvXsr095VpJhgYYVQ_m2vYRsSmiM0u4RUuvzIu649aEOUbd4kpe_QYq-abWsNcCKCz9o3RBzLx5uIq9qs9_E01Hj7MCYpR8nAcM/s320/etiquetaseps.jpg)
La utilidad de las etiquetas en la vida diaria son excelentes: una nota adhesiva colocada en un lugar estratégico para recordar los pendientes; un disco compacto rotulado con las palabras “canciones románticas” perfectas para diferenciarlo de los demás; carpetas que en su contenido se depositan documentos importantes clasificadas por categorías “personal”, “trabajo”, “banco”. En su gran mayoría las etiquetas no son más que palabras asociadas a un objeto, describiéndolo o calificándolo por algún rasgo determinante. Incluso las utilizamos y aplicamos para referirnos a quienes tenemos alrededor -conocidos o desconocidos- ésta puede tener una connotación positiva o negativa. Las primeras etiquetas que escuchamos son en nuestra casa por supuesto, algunas agradables y otras no tanto. La importancia de las etiquetas en las personas radica en la cualidad o defecto que se resalta y no porque sea cierto. He aquí algunas: Animal, pendejo, lenta, tonto, güevona, puerco, vaca, imbécil, pies iz...