El discurso de despedida, que nunca se pronunció...
Los adultos siempre dicen que las despedidas son difíciles.
En este momento mis compañeros a egresar y yo nos lo cuestionamos.
Es acaso por las palabras nos diríamos?
Las que describirían lo que estamos sintiendo?
O cómo expresar lo vivido en los tres últimos años?
Alegría, tristeza, descubrimientos personales, caída de muchos veintes, perdón y paz dejando detrás nuestro los malos ratos, amistades tan cercanas y sólidas, cariño como el que se le tiene a un familiar, a un hermana y hermano, respeto, admiración.
Éstas palabras apenas cubrirían algo de lo mucho que hemos experimentado y sentido.
Sugiero entonces que la primer palabra que diremos es: Gracias
Un agradecimiento profundo a nuestra familia por el apoyo constante y la confianza que siguen depositando para con nosotros; especialmente a nuestros padres y tutores agradecerles los sacrificios realizados que en secreto y en silencio y que solamente ustedes saben y que siendo mejores personas se los retribuiremos.
El agradecimiento es extensivo para todo el personal que día a día cumplen con su labor. Nos llevamos un pedazo de ustedes, de sus personalidades, de su amor y la promesa de recordarlos con cariño.
Agradecer a cada uno de los compañeros y compañeras estudiantes que de no haber estado la experiencia hubiese sido totalmente diferente.
Cada momento que estuvimos juntos y compartimos, buenos y otros no tanto, pero eso precisamente lo enriqueció. Después de todo lo mejor es trascender lo negativo y albergar espacio para lo positivo.
Aunque el dicho reza “para atrás ni para agarrar vuelo” de tanto en tanto si es importante hacer una parada, admirándonos y enorgulleciéndonos de lo que hemos logrado.
Dejamos atrás la pinta de niños, hemos dejado atrás algunos miedos y temores que nos impedían seguir adelante.
Y ese es nuestro logro en común.
Recomiendo, pues, no nos conformemos solo con el primer intento, ni en el hubiese, ni dejando las cosas para después, ni renegando de nuestro origen o de lo que se es, y si tenemos problemas no quedarnos atorados en ellos; tenemos mucha energía y potencial para realizar lo que deseemos, habrá momentos que parecerá que no se prestarán los tiempos ni las situaciones pero ese el reto, y el chiste de la vida es aprenderla a vivir. Y cada uno de nosotros elige cada día como hacerlo.
Ahora entendemos y compartimos totalmente la razón por la cual los adultos dicen que las despedidas son difíciles.
Y agregamos que todos nos quedamos sin palabras en las despedidas, por que un gran nudo de sentimientos en nuestra garganta las oprime.
Muchas gracias a todos ustedes, y a todos nosotros.
En este momento mis compañeros a egresar y yo nos lo cuestionamos.
Es acaso por las palabras nos diríamos?
Las que describirían lo que estamos sintiendo?
O cómo expresar lo vivido en los tres últimos años?
Alegría, tristeza, descubrimientos personales, caída de muchos veintes, perdón y paz dejando detrás nuestro los malos ratos, amistades tan cercanas y sólidas, cariño como el que se le tiene a un familiar, a un hermana y hermano, respeto, admiración.
Éstas palabras apenas cubrirían algo de lo mucho que hemos experimentado y sentido.
Sugiero entonces que la primer palabra que diremos es: Gracias
Un agradecimiento profundo a nuestra familia por el apoyo constante y la confianza que siguen depositando para con nosotros; especialmente a nuestros padres y tutores agradecerles los sacrificios realizados que en secreto y en silencio y que solamente ustedes saben y que siendo mejores personas se los retribuiremos.
El agradecimiento es extensivo para todo el personal que día a día cumplen con su labor. Nos llevamos un pedazo de ustedes, de sus personalidades, de su amor y la promesa de recordarlos con cariño.
Agradecer a cada uno de los compañeros y compañeras estudiantes que de no haber estado la experiencia hubiese sido totalmente diferente.
Cada momento que estuvimos juntos y compartimos, buenos y otros no tanto, pero eso precisamente lo enriqueció. Después de todo lo mejor es trascender lo negativo y albergar espacio para lo positivo.
Aunque el dicho reza “para atrás ni para agarrar vuelo” de tanto en tanto si es importante hacer una parada, admirándonos y enorgulleciéndonos de lo que hemos logrado.
Dejamos atrás la pinta de niños, hemos dejado atrás algunos miedos y temores que nos impedían seguir adelante.
Y ese es nuestro logro en común.
Recomiendo, pues, no nos conformemos solo con el primer intento, ni en el hubiese, ni dejando las cosas para después, ni renegando de nuestro origen o de lo que se es, y si tenemos problemas no quedarnos atorados en ellos; tenemos mucha energía y potencial para realizar lo que deseemos, habrá momentos que parecerá que no se prestarán los tiempos ni las situaciones pero ese el reto, y el chiste de la vida es aprenderla a vivir. Y cada uno de nosotros elige cada día como hacerlo.
Ahora entendemos y compartimos totalmente la razón por la cual los adultos dicen que las despedidas son difíciles.
Y agregamos que todos nos quedamos sin palabras en las despedidas, por que un gran nudo de sentimientos en nuestra garganta las oprime.
Muchas gracias a todos ustedes, y a todos nosotros.
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