"Amistades ¿cuándo amarlas u odiarlas? Segunda parte
Lo prometido es deuda he aquí la entrega de la última parte de la entrada anterior "Amistades ¿cuándo amarlas u odiarlas? en la cual se pretende identificar las diferencias que a veces nos unen o desunen con nuestros amigos, aún a los considerados como verdaderos.
Modos y modales
viciados
A muchos de
nuestros amigos, incluso a nosotros mismos nos gusta que nos hablen de cierta
manera, con determinado tono, nos chiqueamos con algunos, nos volvemos perros
con otros, a ciertos y cuales los castigamos o les aplicamos la ley del hielo
de repente, con otros más nos ponemos de tapete, etc.
¿Con qué
finalidad?
La principal es
que a veces ni siquiera tenemos muy en cuenta por qué, resulta que estas
actitudes se han vuelto como vicios o se disparan en automático y exigimos
literalmente que fulano o sutana nos ruegue porque así ha sido nuestra
interacción desde tiempos remotos; o así soy y qué!. Pero de plano si vale la
pena echarle una revisada a estos modos y modales de nuestros amigos y por
supuesto los nuestros e ir apartándolos y platicándolos aunque a veces duela
pero si es importante mencionarlos (si es que queremos conservar esa amistad).
Perfil de
amistades
A todos nos pasa
que cuando traemos algo en el buche que se cuece y es problema personal
buscamos a la amiga o amigo que de la bola sabe escuchar o puede ayudarnos con
un consejo; de esto se trata entender el perfil de cada amistad, sabemos que
hay amigos que celebrarán con nosotros una noche de juerga pero no serán los
mismos que nos acompañarán en una enfermedad cuando estemos postrados en casa;
ni mucho menos le contarás el mismo problema que se mencionaba al inicio a la
más hocicona de la bola (a menos que todo méxico se entere claro está); otro
ejemplo de perfil de amistad, es que sabes quién te contestará el teléfono en
la madrugada para que te escuche, así como no le contarías a la más mustia o
mustio tu nueva conquista sexual con pelos, poses, detalles y señales. Así que
el chiste es diferenciar a quién se le contará qué, cuándo y dónde.
¿Y cuándo la
riega(s)?
Hablando de
temas que a veces no se quieren tocar entre amigos, la verdad es que a veces
sin querer queriendo terminas regándola y/o metiendo la pata echando de cabeza
a un amigo, hablando sin querer de ésta, o de plano te enteras que sutanito
contó lo que en confianza te había prometido no hacerlo.
Aunque el mundo
no se acaba la amistad si puede terminar, lo honesto de las cosas es ponerlas
en claro y platicar por supuesto y cada parte aceptar lo que le toca (claro
siempre y cuando se desee continuar) pero si ya de plano es recurrente la
metida de pata o tu amigo o amiga no entiende ni con un video de Barney y la
amistad lo mejor es decir adiós.
Lo que más
ocurre en estos casos es callarse y la parte ofendida va guardando su
rencorcito (así en diminutivo para que no se escuche feo) y con el día a día le
va cobrando factura al susodicho que la cagó. Así que para ninguna de las
partes es válido cobrársela de por vida.
En conclusión,
dejar de pensar en rosa ayuda mucho, y en este peregrinar por la vida nos
topamos con todo tipo de personas que ofrecen una amistad, incluso aquellas con
las que tuvimos una etapa memorable por situaciones de ganas esta amistad se
puede ver mermada y terminada, para que aderezarle con justificaciones tipo: es
que la distancia, es que ya piensa diferente, es que se metió a otra religión,
es que su esposa lo mangonea (patrañas). Así que a revisar nuestro directorio
de amistades darle una buena limpieza y depurada hace bien (aplica también a
los amigos de las redes sociales).
Y si ya se
perdió la amistad, como todo proceso de luto riguroso a cumplirse es el
principio de relaciones más sanas.
Así que también
es importante tomar en cuenta las diferencias para que estriben en una mejor
amistad o de plano que ahí muera por la paz.
Gracias por permitirse el espacio para leerme.
imagen: http://editarfotos.org/wp-content/uploads/2012/07/Dia-del-Amigo.jpg
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